lunes, 12 de julio de 2010

Con tu sonrisa me das lo mejor de vos




Dicen aquellos que han estudiado sobre el tema que la sonrisa es la primera demostración humana de reconocimiento del otro como persona y no como objeto. Es una reacción que nadie aprende porque ya nace con ella. Es más, estudios científicos han comprobado que los seres humanos comenzamos a sonreír cuando estamos en el vientre materno.

Reconocer al otro y reconocerlo en tanto persona son cuestiones que parecen para muchos más que elementales, para otros tantos todavía una sorpresa. Con cara de aturdidos nos dirían ¿Cómo? ¿Hay otro? Pensar al otro como persona y reconocerlo como tal es darle un lugar destacado en mi vida. Es saber que no estoy solo en este camino y que siempre hay alguien que me puede acompañar a recorrerlo. Es descubrir que muchas veces estamos tan cerca uno de otro que no nos distinguimos, y a veces tan lejos… y sin embargo, nos recordamos. Una sonrisa verdadera, una sonrisa natural y sincera, te hace decir: ¡Qué feliz me hace que estés vivo! Te hace pensar: ¡Cuánto me enriquezco a tu lado!

Sonreír es colmar mi vida de sentido sólo porque tu vida tiene sentido, y tengo la dicha de compartirla. Sonreírte es reconocerte. Y sonreírme es sentirme agraciado, bienaventurado, gozoso de entrar en tu vida.

No hay felicidad más grande que la felicidad compartida. No hay orgullo más grande que el tenerte conmigo y ser digno de tu sonrisa.