La Iglesia con este tiempo fuerte de la Cuaresma nos propone, una vez más, entrar por los senderos que nos llevan a Cristo y que mejor nos disponen para celebrar el misterio de nuestra redención, el misterio de la Pascua.
La cuaresma es un tiempo propicio para entablar un diálogo silencioso con nosotros mismos, ponerse delante de Cristo, el único que revela el hombre al hombre, y comprobar la dirección de nuestro caminar”.
También ese diálogo debemos hacerlo extensivo para con nuesto prójimo. Pero... ¿Qué es el diálogo? Según el diccionario, diálogo es una conversación entre dos o más personas que exponen sus opiniones alternativamente. Pero para un católico es más que eso. El diálogo se da cuando somos capaces de escuchar al otro con atención. Si no hay actitud de escucha no se puede dialogar bien...
La comunicación se completa cuando la otra persona entiende el mensaje. Por eso lo más importante no es lo que uno dice sino lo que el otro entendió. De nada sirve hablar mucho y que el otro no comprenda nada.
La realidad actual de nuestro país es consecuencia de ausencia de todo lo que se dijo anteriormente. Por eso, queda en nosotros, exploradores, "acercarnos" mediante el diálogo, y resolver todas las diferencias para coadyuvar al binestar de nuestro querido Batallón. Solo así contribuiremos a la formación de argentinos de bien.
"Un grupo que se aísla, que se piensa que es el mejor, que creee que no tiene sentido dialogar con otros, de a poco se va convirtiendo en una secta"
¡Animemonos a dialogar!
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